La familia Calderón siempre ha sido unida y hasta antes del inicio de la pandemia compartían en cada momento. Hoy, si bien viven en la misma casa, el contacto que tienen es prácticamente nulo porque han tenido que aplicar distintas medidas para protegerse ya que su hijo mayor se desempeña como kinesiólogo en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital San Juan de Dios de Los Andes.
Desde el inicio de la pandemia, Alfonso Calderón, geólogo sénior de Radomiro Tomic, ha desarrollado su trabajo desde su hogar en Rinconada, comuna de la Provincia de Los Andes, en la Región de Valparaíso. Vive con su esposa y su hijo Sebastián, que es kinesiólogo de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital San Juan de Dios de Los Andes, lugar donde realiza turnos de 24 horas, con extensas jornadas en las que -a veces- no tiene tiempo ni para almorzar. La primera línea del área médica, como en el resto del mundo y Chile, tiene exigencias que rebasan todo aquello imaginable.
Son una familia unida que hasta antes del inicio de la pandemia compartían en cada momento que les era posible. Hoy, si bien viven en la misma casa, el contacto que tienen es prácticamente nulo porque han tenido que aplicar distintas medidas para protegerse. “Hemos tenido que aprender a vivir de una manera diferente, para poder cuidarnos contra esta enfermedad. Sebastián, mi hijo mayor, está trabajando en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Los Andes; atiende 100% pacientes COVID-19. Por lo tanto, establecimos una serie de rutinas al interior de nuestra casa”, destaca Alfonso.
“Cuando Sebastián llega del trabajo procede a sacarse toda la ropa que usó para su traslado y la deposita en una bolsa al igual que la que trae del trabajo y se lava separada de la del resto de la familia. Lo mismo pasa con los utensilios y la vajilla. Tenemos horarios diferenciados, Sebastián no almuerza ni come junto con nosotros. Se aísla para su seguridad como para la del resto del grupo familiar. Es difícil, pero lo hacemos convencidos de que es una forma de cuidarnos todos”, recalca.
“Es difícil andar todo el día con mascarilla, llegar acá y tener que ducharse altiro, echar Amonio Cuaternario en las zapatillas y dejarlas afuera; prácticamente, le echo Amonio a todo, es un proceso complicado, pero con el tiempo uno se va adaptando y va entendiendo que es la mejor forma de cuidarse uno y al entorno. Por ese lado, se hace un poco más fácil entendiendo que el costo es bajo y que es cuidarse versus el enorme beneficio que es no enfermarse”, agrega Sebastián.
“Con el tiempo uno se hace la costumbre de saludar de lejos, conversar de una puerta a otra. Hablar por WhatsApp dentro de una casa puede sonar raro, pero ha sido la mejor forma de comunicarse muchas veces”, explica el joven kinesiólogo.
Nuevas formas de celebración
“Hemos aprendido a celebrar de otra forma el día de la madre, día del padre y cumpleaños; sin esa cercanía, sin los abrazos, pero es necesario hacerlo. Hoy el objetivo primordial es cuidarnos, ser responsables y en todos los ámbitos de nuestra vida, dentro de nuestra casa, fuera de ella, así como los(as) compañeros(as) que están en la División día a día están también trabajando, pero con todas las medidas de seguridad correspondientes, ese es el camino”, indica el geólogo de RT.
Para Sebastián “la clave es tomarle el peso y no esperar a que nos pase a nosotros para tomar medidas, es difícil estar en la misma casa sin poder celebrar nada. El día del padre me tocó estar de turno 24 horas así que a mi papá no lo pude ver. Al otro día lo vi, pero tuve que saludarlo de lejos. Es complejo, pero se puede, si uno se organiza, se lo propone y se entiende que es por un bien mayor se puede lograr”.
“El principal consejo que le doy a los(as) trabajadores(as) es que ocupen las mascarillas y las antiparras todo el día mientras estén en faena, y para la familia es lo mismo. El lavado de manos es súper importante. Debemos pensar ‘si yo estoy contagiado, cómo cuido a mi entorno’”, sostiene este padre de familia.
“Debemos extremar las medidas preventivas y pensar que la persona que está frente a nosotros -independiente del grado de conocimiento o familiaridad que tengamos- puede ser una persona que está contagiada o puedo ser yo el contagiado”, advierte Alfonso.
